El principal signo de las regiones urbanas turísticas costeras mexicanas es la inequidad. No es que en el resto de los territorios urbanos no se observen los diferentes síntomas de la distribución desigual del ingreso de los mexicanos y mexicanas, sino que, en las regiones urbanas turísticas costeras, las brechas económica y social, así como su representación en el espacio, son más contrastantes y desgarradoras.
Hemos constatado que en México el turismo no ha sido un instrumento eficaz para eliminar la pobreza. Puede afirmarse con razón que la industria turística, cuyo crecimiento en el país ha sido exponencial en los últimos 60 años, ha permitido una relativa reducción de la pobreza, debido principalmente a que los pobladores locales se han integrado a la mano de obra de baja cualificación de este sector, sin embargo, en las circunstancias en las que se gestiona el territorio turístico actualmente, esta modesta mejora económica no se ha reflejado en un cambio efectivo de las condiciones de vida de la población local, ni tampoco se han generado los presupuestos que les permitan salir definitivamente de la pobreza.
Esperamos que con esta publicación contribuyamos al conocimiento del fenómeno urbano y regional para que aquellos que toman las decisiones puedan contar con información pertinente para la gestión y la planeación de la Región Urbana Puerto Vallarta-Bahía de Banderas, pero con una orientación sustentable y un mejor equilibrio en la distribución de los beneficios de la economía del turismo. Asimismo, esperamos que la información aquí vertida sea consultada y utilizada por los mismos residentes de la región, y contribuya a fortalecer los argumentos de la participación ciudadana en la gestión sustentable de su propio territorio así como a promover el empoderamiento de la población local.