Hoy día la arquitectura moderna es testimonio. Es registro. Descartamos la intención de inventariar los vestigios, también la de evaluar la calidad estética de los productos, así como las posibles aportaciones locales a la experiencia internacional, o narrar las historias regionales, tres líneas que han atraído esfuerzos reiterados desde la perspectiva de la arquitectura como disciplina y campo epistémico.
Sin dejarlas de lado del todo, en La arquitectura moderna desde la calle. Un recorrido de ciudades mexicanas se busca verificar si el desplante anti-historicista del movimiento moderno pasó la prueba del tiempo, si tras la audacia rupturista de los manifiestos fundacionales de sus voceros —y las prácticas consecuentes de numerosos seguidores durante décadas— los ciudadanos se han al fin apropiado de espacios con frecuencia concebidos como monumentos antes que nichos habitables. Es necesario saber si tales construcciones refractan la licuefacción contemporánea de las relaciones sociales, o si son obras inacabadas, flexibles a los cambios de necesidades y del entorno urbano.
¿Por qué desde la calle? Porque es necesario incorporar a la visión del especialista la percepción de la gente de a pie, de usuarios y observadores, de manera que calibremos con más y nuevos elementos el impacto de la experiencia moderna. En el presente volumen, connotados especialistas formulan hipótesis sugerentes para re-escribir y enriquecer este capítulo de la historia de la arquitectura mexicana.