Realizó una caracterización de viviendas deshabitadas que lo llevó a detectar que este fenómeno no sólo está en las periferias o fraccionamientos de interés social del AMG
El maestro Luis Fernando González Contreras, egresado de la Maestría en Procesos y Expresión Gráfica en la Proyectación Arquitectónica-Urbana, del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD), ganó el Premio Nacional de Vivienda 2017-2018, categoría “Trabajo de investigación académica”, otorgado por el gobierno federal en este 2020, con su tesis de maestría titulada “Caracterización de las viviendas deshabitadas en el Área Metropolitana de Guadalajara, a partir del análisis de los diferentes tipos de poblamiento, periodo 2005-2016”.
Según datos del Censo de 2010 realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), de los cuales partió el maestro González Contreras, México tiene una de las tasas con mayor deshabitación del mundo con aproximadamente 14 por ciento, con lo que supera a países que han emergido de una crisis económica.
La tesis también evidencia que Jalisco representa la segunda entidad con mayor deshabitación del país con 358 mil 453 viviendas en esta condición, sólo por detrás del Estado de México; mientras que el Área Metropolitana de Guadalajara (AMG) es la segunda metrópoli con más viviendas deshabitadas con 206 mil 723. Los municipios con mayor deshabitación son: Tlajomulco de Zúñiga, 57 mil 151; Zapopan, 43 mil 270; y Guadalajara, 40 mil 946.
La intención de la tesis, según González Contreras, fue “sacar a la luz” un mosaico urbano de deshabitación en el AMG, pues ésta no solamente se concentra en los fraccionamientos de interés social (con viviendas a bajo costo) o en las periferias de las metrópolis, sino que se debe de reconocer la existencia en otros contextos urbanos (colonias, barrios, pueblos, centros históricos, entre otros) donde también se presenta el fenómeno.
El reconocer su localización precisa, sus tendencias y patrones serviría para realizar diseños de políticas públicas incluyentes y diversas que respondan a la realidad sin que únicamente se dirijan a una parte del territorio de una ciudad, agregó.
“El trabajo de investigación inició definiendo de manera más precisa el concepto de ‘vivienda deshabitada’, debido a que es común encontrar diferentes términos para referirse al mismo fenómeno de la deshabitación residencial, tales como vivienda desocupada, vivienda vacía o vivienda abandonada. Sin embargo, uno de nuestros hallazgos es que estos términos, en sentido estricto, no son sinónimos”, informó.
A pesar de que a este fenómeno se le nombra “viviendas deshabitadas”, la realidad es que existen una diversidad de tipos de deshabitación como: vivienda en renta, venta, usadas, nuevas, embargadas, vandalizadas, deterioradas, ruinosas, entre otras más, dijo. Cada una de ellas tiene una característica particular desde el contexto territorial donde se localiza.
Las causas de la deshabitación son muy heterogéneas y depende del contexto en que se ubican, explicó el maestro. En el caso de México, se debe a la recesión económica, migración interna, violencia social o políticas de financiación de viviendas que han generado una sobreoferta.
“La sobreoferta se debió a que entre 2000 y 2012 se dio un auge, ya que el gobierno del Partido Acción Nacional realizó muchas alternativas de financiamiento para las viviendas, concretamente nueve millones de financiamientos en ese periodo”, añadió.
En el caso del AMG, encontró que los fraccionamientos de interés social tienen 60 mil 790 viviendas deshabitadas, que representan 29.4 por ciento del total de viviendas con esta condición. Otro hallazgo es que en las colonias populares alcanzan la cifra de 60 mil 888, que representan el mismo porcentaje, cifra que supera a los fraccionamientos de interés social.
“Contemplo continuar este proyecto, retomar los huecos que dejó esta investigación; por ejemplo las causas y problemáticas, pero ahora desde un punto en específico, que podrían ser las colonias, pues se sigue creyendo que la problemática está en las periferias, pero la realidad es que no es así. Por otro lado, la intención es buscar soluciones o encontrar nuevas políticas públicas para el Área Metropolitana”, comentó.
Dicho premio fue impulsado por el gobierno federal, a través de la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi), la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF), así como el Fondo de la Vivienda del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Fovissste).
La profesora investigadora de la UdeG y Directora de la División de Diseño y Proyectos del CUAAD, doctora Edith Rosario Jiménez Huerta, asesoró la tesis y compartió que este trabajo de investigación puede tener un efecto nacional para influir en políticas públicas que también consideren barrios y colonias como zonas deshabitadas.
Jiménez Huerta citó el ejemplo de políticas como la que emprendió el Ayuntamiento de Tlajomulco de Zúñiga como una posible ruta para habitar estas viviendas: “Es uno de los municipios que registró una cantidad sorprendente de deshabitación (...) Están haciendo programas que utilizan las viviendas deshabitadas para rentarlas a precios bajos a personas vulnerables”, dijo.
Sobre la investigación de González Contreras, señaló que es resultado de un trabajo arduo: “Siempre pienso que esta tesis es más como una tesis de doctorado que de maestría. Me da mucho gusto que haya obtenido el premio”, comentó.
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Guadalajara, Jalisco, 26 de noviembre de 2020
Texto: Sergio González | Andrea Martínez | CUAAD
Fotografía: Cortesía CUAAD